El eterno atractivo del idioma y la escritura árabe

Sean Hopwood, MBA es el fundador y presidente de Day Translations, Inc., un proveedor de traducciones y localizaciones en línea, dedicado a mejorar las comunicaciones globales. Podéis visitar su página de Internet para servicios de traducción en árabe u otras consultas.

 ¿Qué es lo hace al árabe tan especial? ¿Es la manera en que la cursiva cruza y se curva debajo que los acentos de staccato? ¿O será por que se escribe de derecha a izquierda, al revés que los idiomas romances? Tal vez hasta sea por su precisión fonética o el guiño a la riqueza cultural de su caligrafía.

Sólo un vistazo la escritura árabe puede transportarnos a días de tormentas de arena y de jeques. Nos hace pensar en coranes profusamente decorados y escritos a mano. O tal vez pensemos en literatura y poesía mística sufí de la época dorada del Islam medieval.

Imagen via Pixabay.

¿Qué hace al árabe tan atractivo?

El árabe es especial. No hay duda de ello. Es el idioma oficial de casi 30 países y uno de los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas. Y unos 420 millones de hablantes hacen del árabe el quinto idioma más hablado (detrás del inglés, español, chino e hindú).

El árabe viene de la rama semítica de la familia de idiomas afroasiática. Surgió en la Edad de Hierro en Mesopotamia y la Península Arábica. Una multitud de variedades regionales y dialectos continúan floreciendo hoy en el norte y este de África. Los musulmanes en comunidades no-araboparlantes lo aprenden como idioma extranjero para sus oraciones y estudios religiosos. El idioma árabe es, por lo tanto, un componente clave en la herencia cultural de nuestro mundo.

La escritura árabe, el sistema gráfico que da forma visual al idioma, también es especial. Las 28 letras del sistema en cursiva, llamado abjad, se usan aparte de en el árabe, en el farsi, urdu, kurdo central, mandinka de África Occidental, entre varios otros.

El abjad no es un alfabeto propiamente hablando, sino que cada letra denota una consonante. Un abjad verdadero no contiene vocales. El sistema de escritura “Aleph beta”, el antepasado de el alfabeto en que leéis este artículo, fue adaptado en el siglo IX a.C. del sistema fenicio por los griegos para incorporar símbolos que representaran a las vocales. “Aleph beta”, las dos primeras letras del sistema de escritura fenicio, significan “casa de buey”.

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La escritura árabe fue en una dirección distinta y, como el hebreo, usa letras sólo para las consonantes. Sin embargo, la mayoría de los adjab modernos contienen algunos símbolos para vocales largas o dobles. Los sonidos vocales son expresados generalmente usando puntos, líneas y bucles arriba o abajo de las consonantes. Los sonidos A-B-J-D de las primeras cuatro letras le dan el nombre de abjad, similar a cómo obtuvimos la palabra para “abecedario”. Variantes modernas que contienen indicadores limitados de sonidos vocales son llamados “abjads impuros”.

Después del alfabeto latino (que viene del fenicio), el árabe es el segundo sistema de escritura más usado en el mundo. Al igual que el alfabeto latino se usa para las lenguas romances, el inglés, y muchos otros como el vietnamita, el árabe se usa en una multitud de idiomas. De hecho, hasta que la Reconquista estuvo completa, ¡parte del español ibérico se escribía en árabe! Otros sistema de escritura están basados en el árabe, como el persa que incluye algunas letras extra y cambia el sonido de otras. También está el turco otomano, que se usó hasta la década de 1920, cuando se reemplazó por el turco moderno, que usa alfabeto latino.

El nacimiento de la escritura árabe

Kufic es la escritura árabe más antigua. Es mucho más angular que el sistema moderno y no tenía ni marcas ni puntos. Se desarrolló en la Irak del siglo VII, en la ciudad de Kufa. Su ancestro, el nabateo, era muy similar al arameo y al hebreo. El abjad nabateo todavía se puede encontrar en las ruinas de Petra, en Jordania.

Alrededor del siglo X surgió una escritura árabe en cursiva llamada naskh. Fue inventada por el cortesano y calígrafo Abu ‘Ali Muhammad ibn ‘Ali ibn Muqla al-Shirazi, también conocido como Ibn Muqla. Como versión más lírica del sistema árabe, la escritura naskh se desarrollaría en el árabe que conocemos hoy en día.

La amplificación del uso global del árabe coincidió con la expansión del Islam. Para el siglo XIV, otras formas de árabe en cursiva se desarrollaron en lugares como Turquía, Persia y hasta China. Sini, un tipo de escritura del chino en árabe, data de la dinastía Tang cuando el Islam llegó a China. Es una traducción fonética del chino usando escritura árabe y todavía sobrevive hasta nuestros días.

La práctica de la caligrafía árabe

Escribir en árabe es casi como dedicarle tiempo al arte. Elaborados manuscritos iluminados adornan la historia de la escritura árabe. Mientras que el papel reemplazó al papiro y al pergamino, el mundo árabe se encargó de llenar de conocimiento tomo tras tomo de libros mientras que los europeos se aferraban a sus arcaicas y mohosas copias donde depositaron su preciada cultura e historia. Coranes escritos a mano, profusamente decorados con oro y tintas de colores, son piezas invaluables en colecciones de museos de todo el mundo. Esas copias hablan de la rica tradición del Islam y del rol central que tiene un calígrafo.

Algunos de los motivos más populares en la caligrafía árabe son frases de oraciones y otros aspectos de la práctica musulmana. Formas caligráficas generalmente aparecen como patrones geométricos o, a veces, como pictogramas algunos similares a árboles frutales o animales. 

Plumas y tintas

La caligrafía generalmente emplea un qalam o una simple lapicera hecha de caña, similar a una pluma de bambú china o una pluma de ave en Europa. Para formas de letras más grandes, se usa una lapicera celi, que tiene una ancha punta de madera con pequeños agujeros para tinta que logran un trazo más grueso. Espinas de césped javanés son populares para escritura más pequeña o apretada. Calígrafos contemporáneos usan también marcadores con punta de fieltro, como los Sharpie que tienen una punta de cuña. También usan una punta ancha como la de un símil-pincel llamado kelani.

Las tintas para la caligrafía árabe vienen en una variedad de colores. Muchas están hechas para tener variaciones dinámicas correspondientes con la velocidad del trazo. For ejemplo, un trazo corto o lento producirá un color oscuro, casi negro, pero uno rápido usando la misma tinta puede aparecer como un rojo translúcido. Cuando ambos trazos se solapan, se genera un juego entre las transparencias y las distintas capas. Este juego, en las manos de un buen calígrafo, puede resultar realmente asombroso.

 

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